Descubriendo mis encantos,
aferrándome sin miedo
a la magia de otros designios
que me encuentran transitando
en un deambular inexplicable,
extravagante, casi renovado.
De incógnita me sumerjo;
en medio de la desesperanza,
apareces como aquel propósito
que me conduce, no se pierde
ni engaña, cual privilegio
de algo nuevo que atrapa.
Coalición de sentimientos
en un cielo diáfano, refulgente,
despejado, estremecido por
un tiempo que llega sin dejar
heridas del pasado, ahora casi lejano,
presente como siempre, pero asimilado.
Porque la magia brota entre las noches,
en aquella calle oscura, sombría,
desordenando todo a su paso.
Desertando de la aridez del vacío,
abandono, frío, desencanto.
Me escondo en mis emociones,
espíritu intrépido, sugestivo,
atributo libre y desenfadado.
Declaración de humanidad
inquietantemente perturbadora,
que mitiga el dolor temido,
que renueva horas silenciosas.
Melodía que conduce al majestuoso momento,
deslumbrando mi alma, eternizando este viaje…
Y en mi calle del olvido te hallo como un bien preciado,
como lo vivido en algún siglo de un tiempo anterior
que puedo sentir cada vez más cercano.
Dolores
aferrándome sin miedo
a la magia de otros designios
que me encuentran transitando
en un deambular inexplicable,
extravagante, casi renovado.
De incógnita me sumerjo;
en medio de la desesperanza,
apareces como aquel propósito
que me conduce, no se pierde
ni engaña, cual privilegio
de algo nuevo que atrapa.
Coalición de sentimientos
en un cielo diáfano, refulgente,
despejado, estremecido por
un tiempo que llega sin dejar
heridas del pasado, ahora casi lejano,
presente como siempre, pero asimilado.
Porque la magia brota entre las noches,
en aquella calle oscura, sombría,
desordenando todo a su paso.
Desertando de la aridez del vacío,
abandono, frío, desencanto.
Me escondo en mis emociones,
espíritu intrépido, sugestivo,
atributo libre y desenfadado.
Declaración de humanidad
inquietantemente perturbadora,
que mitiga el dolor temido,
que renueva horas silenciosas.
Melodía que conduce al majestuoso momento,
deslumbrando mi alma, eternizando este viaje…
Y en mi calle del olvido te hallo como un bien preciado,
como lo vivido en algún siglo de un tiempo anterior
que puedo sentir cada vez más cercano.
Dolores