Sin itinerario


Paseo sin rumbo, desconcierto onírico,
liberación de modos, acabado sin final.
Miedos racionales, pavores sin razón,
miradas lejanas, abrigos sin sol.

Desiertos mudos, manantiales tibios,
búsqueda incesante, ruido en mis oídos.
Replicar sin sentido, recuperar el vacío,
enfocar tu cauce, aún perdiendo el mío.

Cosechas de frutos que dicen prohibidos,
celestiales manos, que me dan cobijo.
Habito en tu nombre, vacilante camino,
austera en mi duda, condicional destino.

Me espera al final, se viene conmigo,
como la creciente, de un río perdido.
Y te veo, y sonrío, cuando indultas,
condena de un ciclo que retorna a su sitio.

Anhelar tu temblor, sentir el mío,
inquieto desfile, infernal castigo,
llamada arrojadiza, puerta que se abre,
lenguaje corporal, tu hacedor encuentro,
mis manos rozando, soplo de tu aliento.

Te esper
o, te siento.

Dolores





La creación



Recorría como un guardián
de sueños su interior,
sin guía que la conduzca
hacia una meta.
Sola se encontraba,
años que le recordaban
momentos dichosos,
sin muros de contención,
sólo frescura, inocencia,
llana admiración.
Instantes que en su memoria guardó.
Pero se atemorizó ante el espanto
de sombras que se desdibujan
en un tiempo anterior.
Pretende recordar,
aunque parece tarde,
está exhausta,
una niebla de olvido
se apodera y la calma.
Tiempos de extrañeza,desaliento,
incomprensión. Preguntas,
respuestas que nunca entendió,
pero calló,silente se quedó.

La espiral de la vida la lleva
a reencontrarse,
no se inmuta ni asusta.
Un pasado que intenta regresar,
aparente levedad en sosiego
que apenas logra,
recaudo, prudencia,devoción.
Casi una plegaria de consuelo,
abandono,súplica,dolor.

Parece tan lejano y cercano,
permanece ese silencio abrumador,
voces mudas, gritos en desiertos
de gente sin voz,sin vos.
Expectante,atemorizante,
insultante,aunque gratificante.
Intentando hacer de su mundo,
una nueva creación.


Dolores


Hay quienes creen que el destino
descansa en las rodillas de los dioses,
pero la verdad es que trabaja como un
desafío candente, sobre las
conciencias de los hombres.


Eduardo Galeano